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Método:

ANIMACIÓN CIENTÍFICA:

DIVULGACIÓN EN TRES DIMENSIONES

 

Entre el mundo misterioso, profético y a veces siniestro del científico y el mundo real, se ha tenido un puente de comunicación que permite que la sociedad es te al tanto de sus descubrimientos, avances y expectativas, Este puente se llama Divulgación Científica. Pero este puente suele tener algunas grietas, debidas a la formación de los involucrados: la insuficiente preparación científica de los periodistas o comunicólogos para tratar estos temas, o bien, escasas habilidades comunicativas del científico, para decir con palabras simples lo que ocurre entre matraces, ecuaciones y aceleradores.

 

El tema de la Divulgación Científica, dada su multivalente complejidad, sigue siendo objeto de especulación y seguirá siéndolo por un rato.

 

Sin embrago, es valido explorar en uno o varios de sus temas alternos con un espíritu de búsqueda objetiva y practica inmediata. Por lo que me atrevo a discurrir en el asunto del ambiente de la divulgación.

Es evidente la gran cantidad de información científica y tecnológica que inunda los medios de comunicación y mas evidente las gran confusión que genera cuando no se reflexiona lo suficiente en como y para que se dicen las cosas_: es como si nos bastara con inundar nuestros estómagos con comida de la que sea, sin importarnos la finalidad del proceso, que en este caso seria el de alimentarnos.

 

Ahora bien, si nos mantenemos en esta analogía por un momento mas, sugeriríamos que los platillos de los temas científicos fueran preparados por expertos "chefs de la gastronomía divulgativa", gente interesada en agradar los paladares mas exigentes; estos especialistas han de contar con una gama tal de habilidades, que logren transformar cualquier pedazo de carne o vegetal en algo delicioso y memorable. Si, memorable es la palabra clave de nuestro negocio, porque de lo memorable viene lo trascendente y el conocimiento, sin esta cualidad, no nos sirve de nada.

 

¿Como lograr que la divulgación se convierta en conocimiento trascendente, útil y practico? La respuesta: cuidando el proceso en que la información se transforma en conocimiento. Cuidar el proceso implica "cocinar" los temas científicos de tal manera que se puedan "masticar" y "digerir" fácilmente y con placer. La experiencia compatible con estos conceptos esta encuadrada en un sector bien diferenciado de la población: niños y niñas de 7 a 14 años.

 

El trabajo con niños durante 15 años nos ha marcado una línea orientada a la motivación, en la que el niño se convierte en una esponja que absorbe todo lo que se le da, siempre y cuando se identifique afectivamente con los instructores, a quienes llamaremos en adelante "los animadores".

 

Los animadores científicos son personas con un concepto de ciencia desmitificada y con una filosofía de vivirla como una experiencia cotidiana y hasta divertida. La misión del animador es mostrar al niño o niña una imagen palpable de la ciencia, hasta el punto en que se pueda visualizar como un científico o científica, adoptando su papel y su responsabilidad a través del juego, la charla directa con el hombre de ciencia y la experimentación.

 

La animación científica es llama divulgación en tres dimensiones porque involucra la integración de tres valores fundamentales del conocimiento: el rigor, el impacto emocional y la manipulación o verificación personal. Para asegurar las tres condiciones al abordar un tema, "cocinamos" una animación. Así pues, una animación científica es una sesión combinada de taller-juego-clase en la que se trata un tema central de cualquiera de cinco áreas básica (Física, Matemáticas, Ciencias Sociales, Ecología - Biología y Ecología - Química).

 

 

Con el taller, garantizamos el manejo del conocimiento previamente definido, sugerido o revelado. En el taller, los niños y niñas obtienen la oportunidad de reproducir un aspecto de la realidad que convive con ellos cotidianamente y le da la posibilidad de mostrarlo a quien desee. Con el juego, establece relaciones representando conceptos: es una forma de lograr un enfoque diferente del objeto o idea que esta estudiando. Con el discurso o mini-conferencia, asegura la validez teórica del conocimiento, porque se lo transmite un experto en la materia y además con cualidades de comunicador.

 

De esta manera, los intereses científicos infantiles son canalizados en una forma adecuada a su realidad, su lenguaje y su sus características. Al trabajar con adultos, hemos llegado a la conclusión de que funciona para ellos el taller y el juego, pero no la conferencia, pues se ha desgastado su capacidad de escuchar, así como su curiosidad.

 

En conclusión: la divulgación científica debe ser un proceso interactivo graduado por la humildad, paciencia y entusiasmo del animador y la curiosidad natural del individuo interesado.